Nace desde la necesidad por mantener un contacto con el exterior durante la cuarentena, y un reflejo personal de lo que significa en este momento la interacción de nosotros cómo individuos en un entorno multidiverso utilizando un poco de humor, crudeza y referencias de lo que se observa en la calle.
"... Veamos en Tijuana, el trabajo de Manuel Cabrera. En este dibujo aborda la complejidad de la calle más simbólica de la ciudad, la Avenida Revolución. En esta visión hay de todo. El tráfico indetenible, el acecho policiaco, seducciones turisteras, una marcha feminista, un haz de historias truncas o congeladas. Altares urbanos condenados a la fugacidad. Amenazas subterráneas, con diablitos o saurios que emergen de las alcantarillas. Un reparto numeroso de la fauna urbana (...) Imaginación, caos, registro volandero, realidad alterna, en el escaparate de la miniatura urbana. (...) Bienvenidos estos nuevos registros de la ciudad, entrañable, inabarcable y secreta." - Fragmento de texto por Leonardo Sarabia
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La Tijuana ilustrada de Manuel Cabrera
Tijuana, Baja California
Decía el escritor tijuanense Rafa Saavedra que “a Tijuana… hay que conocerla para entender de qué va. Vivirla a tope, sin reparos, sin excusas, sin límite” (“Bulletproof city”, Generación, 2000), y eso parece que Manuel Cabrera, joven ilustrador también tijuanense, lo entiende a la perfección con su trabajo dedicado a la ciudad “más feliz de la Tierra”, como dijeran Los Simpsons.
Más allá de las leyendas e historias “oscuras” que se le suelen etiquetar a Tijuana, la ciudad ofrece una gama multicultural y social en la que convergen todo tipo de personas y personalidades que, día con día, hacen de éste un lugar insospechado en el que “todo puede pasar”.
La Revu, la calle Sexta, la Zona Este, la Zona Norte, los sobre ruedas, los centros culturales, solo por mencionar algunos, son espacios en donde suelen concentrarse esta infinidad de gamas y espectros que, por sí solos, pintan de colores esta ciudad considerada la frontera más transitada del mundo.
Bajo todo ese panorama, Manuel Cabrera, a.k.a. Chuy, con su obra viene a representar tan detalladamente el espectro de esos espacios de Tijuana y sus personajes, lo cual es digno de alguien que no solamente vive su entorno, sino que se detiene para observarlo y además es meticuloso con ello.
En su obra podemos observar al punk que recorre las calles con su patineta, al teporocho que deambula por cada rincón del centro, al policía gandalla que a la menor provocación busca su moche, a los jóvenes festivos que hacen de la noche su morada, al cholo callejero, pero también a la gente trabajadora que se la rifa día con día, y noche tras noche, con su negocio en cada esquina de la ciudad.
Vivir en una ciudad en constante movimiento y transformación, genera que sus habitantes caigan en una rutina y una cotidianeidad que nos les permite mirar más allá de lo que han normalizado desde sus infancias. Pero Manuel Cabrera pareciera que no pierde esa capacidad de asombro en la ciudad y el espacio que habita, y todo ello se ve bien reflejado en su obra.
Tijuana siempre tiene mucho qué decir, es una constante vorágine de sensaciones y emociones que, a.k.a. Chuy, ha sabido registrar de manera solemne pese a la complejidad de lo que representa retratar esta ciudad que se manifiesta en constante movimiento. Trazos con enfoque especial en sus pequeños detalles y con un sentido del humor, son representativos en su obra, lo cual permite ser copartícipe de cada uno de los espacios que, como tijuanenses, habitamos.
La obra de Manuel Cabrera, pues, nos muestra una oferta de la fauna urbana que converge día con día por las calles de la ciudad, una fauna que está destinada el encuentro mutuo y la correlación constante que, más allá de pertenecer o vivir en esta ciudad, permite también a quien perciba su obra darse cuenta de la multiculturalidad tan característica de esta región.
El mismo Rafa Saavedra, decía también que “Tijuana no ofrece disculpas por lo que fue. Tijuana simplemente es lo que es, lo que siempre ha sido: un caos, una ciudad construida al amparo de la euforia (…) una ciudad de paso para quedarse” y me parece que Manuel Cabrera lo representa a la perfección en sus ilustraciones, aunque él diga que su propósito no es ese, sino simplemente representar sus propias experiencias y la que sus allegados le comparten de manera constante.
Por Manuel Noctis
Sobre el artista |
Manuel Cabrera es un artista urbano y visual originario de la Tijuana B.C., “del merito floriwood”. Actualmente cursa el tercer semestre de la Licenciatura en Artes Plásticas por la UABC.
Se desempeña en disciplinas como la pintura, el muralismo, el dibujo y la ilustración digital. En su obra aborda temáticas sobre la frontera y su imaginario colectivo. Como ilustrador se destaca la colaboración realizada con cervecería Labranza, publicación en la Revista Clarimonda, además para MOTA Comix e INFAME Zine. Sigue su trabajo en Instagram: |