En Tijuana nos cuidamos
Palidecen las miradas afables, se oscurecen los aparadores del deseo, se vuelven carne, evidentes manchas ensucian el blanco telón; una fotografía encrudecida.
Koomuté nos obsequia la mirada de su cámara sensible al tacto humano, nos ofrece el ojo que repta por el inframundo de la cotidianidad, las sombras al medio día, la deformidad tétrica de almas arrastradas por su necesidad a cada jornada. Un artista de ojo sagaz para capturar momentos precisos y rasgarlos en un instante con la luz hacer de una mirada una polisemia de sentidos un poema acido de los pasillos urbanos.
¿Cuántas veces te detienes a mirarte como una mancha en el paso del tiempo? ¿Una insignificancia digna de ser desmembrada por el arte? Koomuté no es un fotógrafo que discrimine, nos mete a todos en un costal de texturas, no deja a nadie afuera, todos estamos en su lente surrealista. Un claro tinte Street y una voz personal nos quita la piel y pone en su obturador el grito de nuestro ser oscuro.
Marzo 2022